Conocida por muchos nombres en todo el mundo, la prensa francesa probablemente sea uno de los sistemas de elaboración de café más antiguos que utiliza un filtro. Antes de los filtros, la gente hervía sus molidos junto con el agua en una olla. El diseño de la prensa francesa moderna fue creado por los italianos Attilio Calimani y Giulio Moneta en 1929, pero fue modificado por otro diseñador, Faliero Bondanini, y patentado de nuevo en 1958.
Cuando usa una prensa francesa, el café está en contacto con el agua durante un tiempo relativamente largo, por lo que es importante que use un molido muy grueso. En efecto, esto ralentizará la tasa de extracción y garantizará que no termine con un café amargo y sobre-extraído. Debido a que el colador no atrapa todos los granos molidos, es importante beber o servir el café con relativa rapidez; las partículas finas que terminan en su taza continuarán extrayéndose. Cuanto más tiempo permanezca el café, mayor es el riesgo de que la bebida se extraiga en exceso. (Esta es también una buena razón para usar un molinillo de fresas). Sin embargo, las finas no son del todo malas; estas contribuyen a la sensación en boca de la taza, haciéndola más pesada y aterciopelada, lo que, si bien contrasta con los métodos de filtro de papel, contribuye a esa distintiva calidad de prensa francesa que muchas personas disfrutan.
En este sentido, el método de prensado francés produce un café de sabor único: generalmente es más audaz y rico que otros cafés, lo que resalta las cualidades más oscuras de los granos, como notas de chocolate, terrosas o florales. Gran parte de esto se debe al hecho de que el colador de esta cafetera permite que los aceites esenciales del café permanezcan en la infusión; no hay un filtro de papel que los atrape. Por otra parte, debido a que la prensa francesa tiende a resaltar sabores más robustos, se recomienda utilizar tostados que destaquen las cualidades del grano, en lugar de las cualidades del tueste.
Algunos profesionales del café tienden a desestimar a la prensa francesa, quizás porque dificulta la producción de sabores más delicados en la bebida. No obstante, otros creen que este dispositivo es una de las formas más puras de hacer café, ya que es lo más cercano al método de cata, un proceso altamente reglamentado que los expertos usan para probar café nuevo.
CONFIGURACIÓN DE REFERENCIA:
● Molido: Grueso
● Proporción de preparación: 1:16 (1 parte de café por 16 partes de agua)
● Temperatura del agua: 90-96°C
● Tiempo total de preparación: 4:30
QUÉ NECESITAS:
● 27 gramos de granos de café
● 432 ml de agua (y un poco adicional para enjuagar y calentar la jarra)
● Tetera
● Molino de fresas (recomendado)
● Balanza (recomendado)
● Termómetro (recomendado)
● Temporizador
● Taza
ANTES DE PREPARAR
- Para iniciar, hágalo con su café en grano entero (idealmente, este debería estar recién tostado), el cual molerá con un triturador de fresas como paso previo a la preparación para que no se pierdan muchos de los compuestos volátiles del sabor del café (que puede ser tan rápido como en un minuto).
- Libere su molinillo de los restos del último lote permitiendo que muela alrededor de 2-3 gramos de granos, lo suficiente para sacar cualquier tipo de residuo. Esto es bastante importante ya que el tamaño de la molienda anterior puede haber sido distinto (resultando en una extracción desigual de su taza); asimismo, el café que quedó en el molino puede ser significativamente diferente del que está a punto de moler; o bien, este incluso podría estar rancio. Sea cual sea la situación, afectará de modo negativo el sabor y la calidad de su taza. Además, los aceites de los granos que se acumulan en los molinos se vuelven rancios, siendo una de las causas de resultados desagradables en la infusión.
- De igual manera, es de vital importancia calentar el vidrio que rodea el filtro lo más cerca posible a la temperatura del agua. Si no lo hace, la temperatura de la lechada disminuirá muy por debajo de la temperatura ideal cuando vierta agua.
- Use una balanza y un termómetro para prevenir todas las conjeturas y replicar los procesos fácilmente. Con esto podrá ajustar las medidas y temperaturas de molienda a agua siempre que lo desee.
INSTRUCCIONES DE PREPARACIÓN PASO A PASO
Paso 1: Pon a calentar el agua a 96 grados; después de que hierva, déjela reposar unos 30 segundos.
Paso 2: Llene su prensa francesa aproximadamente un cuarto de su capacidad con agua caliente y presione el émbolo hasta el fondo. Agite el líquido caliente dentro de la cafetera durante unos 10 segundos, luego tire del émbolo hacia arriba y retire la tapa. Deseche el agua de enjuague.
Paso 3: Pese los granos enteros y muélelos en un ajuste grueso. Consulte nuestra guía sobre cómo moler su café como referencia.
Paso 4: Agregue su café molido en la prensa francesa y agítelo suavemente de un lado a otro para asentarlo.
Paso 5: Hora: 0:00-0:30. Vierta alrededor de la mitad de su agua caliente uniformemente sobre el café. Este proceso se conoce como floración. En esencia, el agua caliente obliga a la molienda a liberar los gases internos, lo que provoca la expansión del café y aromas para que te deleites. Durante la floración, también se formará una gruesa “costra” de posos de café. Inicie su temporizador una vez que haya terminado de verter.
Paso 6: Hora: 0:30-0:35 Cuando su temporizador llegue a los 30 segundos, revuelva el café suavemente durante 5 segundos para romper la corteza y mezcle los posos de manera uniforme con el agua.
Paso 7: Hora: 0:35-4:00 Vierta la mitad restante de su agua caliente sobre el café. Coloque la tapa de su prensa francesa con el émbolo hacia arriba. Deje reposar hasta que el temporizador marque los 4:00.
Paso 8: Hora: 4:00-4:15 A continuación, presione lentamente el émbolo hasta el fondo para filtrar los posos del café. Vierta la bebida de inmediato en su taza; si permanece demasiado tiempo en su prensa francesa, se volverá amargo.
¡Ya puedes disfrutar de tu café!
CONSEJOS
Una de las mejores razones para usar una prensa francesa es que es rápido y fácil preparar café para varias personas. Pero recuerde, todavía hay sedimentos en su infusión y la mayor parte se ha hundido hasta el fondo. Entonces, si sirve a un grupo de personas llenando cada taza una a la vez, la primera taza contendrá muy poco sedimento y la última contendrá mucho, por lo que no necesariamente sabrá bien. Para evitar esto, vierta cada taza en oleadas para distribuir el sedimento de manera uniforme.