El café llegó a la parte controlada por los españoles de la isla Hispaniola, lo que hoy es la República Dominicana, en 1735. Probablemente, las primeras plantaciones fueron en una colina en Bahoruco Panzo, cerca de Neyba. A fines del siglo XVIII, el café se había convertido en el segundo cultivo más importante después del azúcar hasta la revolución de 1791. Sin embargo, su producción realmente echó raíces entre 1822 y 1844, en particular en la región de Valdesia ubicada en las montañas del sur. Este territorio contiene varias áreas de cosecha de cafetos, y se convirtió en la zona productiva primaria del país en 1880.
Para 1956 República Dominicana había comenzado a exportar variedades de regiones específicas, predominantemente Bani, Ocoa y Valdesia. De esta manera, en la década de 1960, los agricultores de estas localidades se organizaron más, abriendo un molino con 155 miembros en 1967. Como en muchos países productores, la agitación y la imprevisibilidad de los precios a fines del siglo XX llevaron a una menor dependencia del café como producto de exportación. En efecto, los trabajadores se diversificaron en la plantación de frijoles o aguacates, aunque un buen número de ellos ha retenido una pequeña cantidad de cafetos en caso de que los precios se recuperen. Por otra parte, si bien Valdesia no es una de las principales regiones de cultivo designadas por el gobierno, han buscado proteger su nombre de origen con el lanzamiento de la marca Café de Valdesia en 2010.
La mayor parte de los cafetales en la isla crece entre 600 y 1450 metros sobre el nivel del mar (msnm). Dada la extrema diversidad de los microclimas, la topografía de la isla y las condiciones de humedad casi constantes, las cerezas se recolectan casi todo el año en un lugar u otro de la nación. No obstante, el período pico de cosecha ocurre de noviembre a mayo, alcanzando su punto máximo en abril alrededor del Festival de Semana Santa.
Las fincas en la República Dominicana son típicamente de menor extensión – en promedio menos de tres hectáreas cada una – y gran parte del café se cultiva de manera orgánica, aunque muchas haciendas no están certificadas oficialmente. Asimismo, las cosechas se hacen a la sombra, a menudo bajo un dosel de pinos, macadamia y guayaba. La mayoría de los productores dominicanos procesan sus cafetos ellos mismos en pequeños molinos húmedos. De hecho, todo el café se procesa en húmedo: las cerezas se despulpan en 24 horas, se fermentan de forma natural, se lavan y se secan al sol. Los granos en pergamino se transportan a grandes molinos secos donde se preparan para la exportación o para la venta en el mercado interno.
Exportación vs Consumo Nacional
Curiosamente, parece que desde finales de la década de 1970 la cantidad de café producido en la República Dominicana ha variado poco; en cambio, las exportaciones han caído en una medida drástica. En la actualidad, solo alrededor del veinte por ciento de las variedades cosechadas se venden para la exportación. Esto se debe a que el consumo interno de café es relativamente alto, con un aproximado de 3 kg por persona al año (incluso más que en el Reino Unido). En este sentido, cerca de la mitad de las exportaciones se enviaron a través de Puerto Rico en el año 2007, aunque esto actúa como una puerta de entrada a los Estados Unidos. El resto de los granos tenían como destino Europa y Japón.
Sin embargo, desde 2001 cada vez más café destinado a la exportación ha sido cultivado y certificado orgánicamente, agregando valor e ingresos a la industria. La producción orgánica es en general algo bueno, pero se debe reiterar que no significa que hace una mejor taza.
Algunos argumentan que el alto consumo interno de café en la República Dominicana ha resultado en una menor calidad, ya que el mismo no compite con otros países exportadores por este mercado en particular. No obstante, todavía se pueden encontrar excelentes variedades de origen dominicano.
Trazabilidad
Si bien es posible obtener algunos cafetos bastante rastreables, frecuentemente hasta una finca en particular, gran parte de lo que se exporta no es identificable más allá de la región de cultivo. A menudo, estos se clasifican por tamaño de grano, con designaciones como “Supremo”, que pueden tener una prima, pero no una que se base en la calidad de la taza.
Perfil de Sabor
Típico de las variedades cultivadas en islas, los mejores lotes tienden a ser bastante suaves, de acidez baja a media y relativamente limpios.
Regiones de Cultivo
Número de sacos de 60 kg en 2020: 375.000
El clima en la República Dominicana es un poco diferente al de muchos otros países productores de café. No tiene estaciones claras, ni en términos de temperatura ni de precipitaciones. Fundamentalmente, esto quiere decir que la producción a menudo se lleva a cabo, en cierta medida, durante todo el año, aunque la cosecha principal tiende a ser de noviembre a mayo.
Barahona
Esta región está en el lado suroeste de la isla y los cafetos se cultivan en la cordillera de Bahoruco. Cabe destacar que la zona se ha ganado una reputación de alta calidad, en comparación con otras regiones de la nación. La agricultura es la principal industria y el café el principal producto.
Altitud: 600-1300 m
Cosecha: octubre-febrero
Variedades: 80% Típica, 20% Caturra
Cibao
Sin dudas, el café es un elemento comercial importante en esta región, junto con el arroz y el cacao. Cibao está en el lado norte del país dominicano y su nombre significa “lugar donde abundan las rocas”; este título hace referencia específicamente al valle entre las sierras Central y Septentrional.
Altitud: 400–800 m
Cosecha: septiembre-diciembre
Variedades: 90% Típica, 10% Caturra
Cibao Altura
Esencialmente, esta región se define como las áreas de mayor altitud dentro del Cibao.
Altitud: 600-1500 m
Cosecha: octubre-mayo
Variedades: 30% Típica, 70% Caturra
Cordillera Central
Esta cadena montañosa es la más alta de la República Dominicana y también se la conoce como los “Alpes dominicanos”. En cuanto a su geología, la región es bastante diferente de las áreas circundantes; por lo que los cafetos aquí son los únicos en la isla que se cultivan en sustrato de granito, en lugar de calcio.
Altitud: 600-1500 m
Cosecha: noviembre-mayo
Variedades: 30% Típica, 65% Caturra, 5% Catuai
Neyba
Esta región (también deletreada Neiba) lleva el nombre de su ciudad capital y se encuentra en el suroeste del país. Debido a que es una zona considerablemente plana y baja, se usa sobre todo para la cosecha de uvas, plátano y azúcar. A pesar de esto, el café crece más arriba en las montañas de la Sierra del Neyba.
Altitud: 700-1400 m
Cosecha: noviembre-febrero
Variedades: 50% Típica, 50% Caturra
Valdesia
Esta es probablemente la más conocida de las regiones productoras de la República Dominicana, y ha sido galardonada con una Denominación de Origen para proteger el valor de sus exportaciones. De tal forma, como está bien definido y protegido, se ha ganado tanto una buena reputación comouna pequeña prima asociada.
Altitud: 500-1100 m
Cosecha: octubre-febrero
Variedades: 40% Típica, 60% Caturra