Es bastante posible que las plantas de café llegaran a Panamá con los primeros colonos europeos a inicios del siglo XIX. En el pasado, la nación no tenía una muy buena reputación por sus granos, con su producción alcanzando una décima parte de la de su vecino Costa Rica, pero ahora hay un creciente interés de la comunidad de especialidad en los cafés de alta calidad que ofrece.

La geografía de Panamá es tal que presenta una serie de microclimas distintos en sus regiones cafetaleras, y hay productores increíblemente capacitados y dedicados que cultivan café en la actualidad. Esto significa que se están originando algunas variedades estelares, aunque a menudo tienen precios de venta más o menos altos.

A propósito, los altos precios están determinados en parte por el otro factor importante que influye en la industria: el sector inmobiliario. Existe una gran demanda de tierras por parte de los norteamericanos que desean comprar una casa en un país estable, hermoso y relativamente barato. En efecto, muchas fincas que alguna vez produjeron cafetos ahora se han vendido como hogares para expatriados. Panamá también tiene un estándar más alto de leyes laborales, por lo que los recolectores de café tienden a recibir un salario mayor, un costo que se transfiere entonces al consumidor.

Café Geisha

Geisha es una variedad híbrida de la familia de plantas Arábica. A menudo se correlaciona con el café de Panamá, cuando de hecho, los granos de Geisha no comenzaron a crecer allí sino hasta la década de 1960. En cambio, se originaron en 1931 en la región de Kaffa en Etiopía, específicamente en el bosque Gori Gesha. La historia de cómo la variedad obtuvo su nombre no está escrita en piedra, pero muchos asumen que es en honor a una montaña que los lugareños decían que se llamaba Montaña Gesha en ese momento. Sin embargo, en los últimos años ha habido cierta controversia en torno a esto. Como sabrá, “geisha” también es el título de una anfitriona japonesa tradicional. Las mismas personas a las que no les gusta su connotación oriental argumentan que el área de Etiopía que habría prestado su nombre, en realidad se escribe “Gesha”. Si bien este es el caso hoy en día, no había una forma establecida de deletrear “Geisha” en 1936, cuando se recolectaron las especies de café. Los idiomas etíopes no utilizan el alfabeto latino, lo que significa que una palabra debe someterse a transliteración. En este sentido, tenemos el mismo caso con los famosos granos de Yirgacheffe, que los lugareños a veces deletrean “Irgachefe”. Lo más probable es que Richard Whalley, el británico encargado de obtener diez libras de este café, simplemente trató de deletrear el nombre tal y como lo oían. Si siente curiosidad, en YouTube puede encontrar varios ejemplos de etíopes que pronuncian la palabra, y la pronunciación etíope real está más cerca del sonido “ei” (ay) en inglés que del sonido “e” (eh). Ambos términos son aceptables y pueden usarse indistintamente. Pero, para confundir aún más las cosas, la ortografía Gecha se usa a veces en la actualidad en Etiopía.

Ahora bien, los granos Geisha son conocidos por tener un perfil de sabor único. Son distintivamente florales e intensamente frutales, aunque el tipo de sabor a fruta puede variar según el origen. En general, suele tener notas de mango, guayaba, papaya y cítricos. Este perfil complejo y vibrante no es la norma para el café cultivado en América Latina; no obstante, su sabor excepcional le ha dado una reputación que ha atraído a apasionados bebedores de café de todas partes.

En la década de 1950, el Geisha se exportó a Costa Rica desde Etiopía, llevándose consigo al Centro de Investigación Agrícola Tropical y Educación Superior para su posterior estudio y cultivo. Finalmente encontró su camino a Panamá como una nueva y emocionante variedad, y las semillas se plantaron en una finca llamada Hacienda la Esmeralda, que era propiedad y estaba operada por la familia Peterson. En un momento en que el precio del café era relativamente bajo, la Asociación de Cafés Especiales de Panamá (Specialty Coffee Association of Panama) organizó la competencia Lo Mejor de Panamá (Best of Panama), donde se clasificaron los mejores lotes de diferentes fincas y luego se subastaron en línea. Hacienda La Esmeralda había estado cultivando una variedad distinta llamada Geisha durante algunos años, pero esta competición llevó su café a una audiencia más amplia. Como resultado, ganaron la contienda por cuatro años consecutivos de 2004 a 2007, y luego nuevamente en 2009, 2010 y una categoría de la misma en 2013. Desde el principio, esta variedad rompió récords cuando alcanzó un precio de $9.5/kg en 2004, que incrementaría de forma gradual hasta $77/kg en 2010, y $158/kg en 2013. Asimismo, un pequeño lote de cafetos procesado naturalmente de otra propiedad panameña, Finca Sophia, era vendido por $466/kg en 2020; sin ninguna duda, este era el café de finca única más caro del mundo.

A diferencia de otros granos de muy alto costo (como el Kopi Luwak impulsado por la novedad, o algunos de los Jamaica Blue Mountain), esta hacienda logró sus precios debido a la calidad genuinamente alta de su café, aunque la gran demanda y comercialización interpretó un papel fundamental. Estos cafetos récord tienen un sabor bastante inusual: en extremo floral y cítrico, pero bastante ligero y con cuerpo como el del té. Por supuesto, estas características se atribuyen a la variedad Geisha.

El impacto de esta finca se puede ver en la cantidad de propiedades en Panamá, y en Centroamérica, que han comenzado a plantar Geisha. Evidentemente, para muchos productores esta variedad parecía una promesa de ingresos más altos, lo cual hasta cierto punto ha demostrado ser cierto, ya que sus lotes tienden a venderse a precios más elevados que otras variedades.

Trazabilidad

Se debe esperar grandes niveles de trazabilidad de Panamá. A menudo, los granos se pueden rastrear hasta una sola finca y no es inusual ver lotes distintos de una hacienda en particular, como un café producido por un proceso distintivo de pos-cosecha, o uno de alguna variedad específica del cafeto.

Perfil de Sabor

Los mejores tienden a ser cítricos y florales; además, son de cuerpo ligero, delicados y complejos.

Regiones de Cultivo

Número de sacos de 60 kg en 2020: 115.000

Las regiones de Panamá se han definido en realidad por cómo se ha vendido el café que por la geografía. Anteriormente, cuando la producción estaba más extendida, las zonas enumeradas a continuación podrían haberse agrupado como una entidad, pues son pequeñas y están muy agrupadas.

Boquete

Esta es la más conocida de las regiones cafeteras de Panamá. Su topografía montañosa produce varios microclimas distintos. Así mismo, el clima bastante fresco y las neblinas frecuentes ayudan a retrasar la maduración de las cerezas de café; de hecho, algunos argumentan que esto imita los efectos de una mayor altitud.

Altitud: 400-1900 m

Cosecha: diciembre-marzo

Variedades: Típica, Caturra, Catuai, Borbón, Geisha, San Ramon

Volcan-Candela

Esta región produce gran parte de la comida panameña y diversos cafés impresionantes. Por otro lado, su nombre se dio en honor al Volcán Barú y la ciudad de Piedra Candela; además, el territorio limita con Costa Rica.

Altitud: 1200 a 1600 m

Cosecha: diciembre-marzo

Variedades: Típica, Caturra, Catuai, Borbón, Geisha, San Ramon

Renacimiento

Este distrito dentro de la provincia de Chiriquí, también se encuentra en la frontera costarricense. Sin embargo, el distrito en sí es relativamente pequeño, por lo que no es un productor trascendental de los cafés especiales de Panamá.

Altitud: 1100-1500 m

Cosecha: diciembre-marzo

Variedades: Típica, Caturra, Catuai, Borbón, Geisha, San Ramon